29 octubre 2010

Uno de los mayores fondos de cobertura del mundo


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Uno de los mayores fondos de cobertura del mundo se ha convertido en uno de los grandes ganadores de 2010, obteniendo ganancias de miles de millones de dólares para sus gestores y clientes gracias a una serie de apuestas en contra de la economía estadounidense.

Bridgewater Associates ha logrado una rentabilidad de alrededor del 38% en su principal fondo, debido en parte a una apuesta a que la economía estadounidense se encontraría en peor estado de lo que muchos esperaban y que la Reserva Federal (Fed) seguiría manteniendo bajas las tasas de interés, según fuentes cercanas.

De mantenerse, la ganancia de 15.000 millones de dólares catapultaría a Bridgewater al panteón de los inversores que han logrado beneficios multimillonarios relacionados con la crisis crediticia en tan sólo un año. Pero a diferencia de otros inversores que han hecho una fortuna negociando un tipo único de activo, tales como bonos garantizados por hipotecas de alto riesgo o valores de los grandes bancos, Bridgewater esencialmente reparte sus apuestas por todo el mundo.

Fundado hace 35 años por Ray Dalio, un graduado de la Escuela de Negocios de Harvard conocido por sus inclinaciones filosóficas, Bridgewater se encuentra al frente de una estrategia conocida como global macro, que consiste en negociar grandes volúmenes de acciones, divisas y materias primas basándose en criterios como la política, los cambios regulatorios o la dirección de los tipos de interés.

Bridgewater considera que Estados Unidos y otras economías desarrolladas atraviesan un doloroso proceso de desapalancamiento, a medida que las deudas de los consumidores se ajustan a sus ingresos. El proceso, que según la firma ocurrió por última vez en Estados Unidos durante la Gran Depresión en los años 30, puede generar una década de tibio crecimiento y contradice los ciclos habituales de auge y caída.

Irónicamente, algunos de los clientes de Bridgewater, generalmente grandes inversores institucionales, se encuentran muy involucrados en los problemas económicos globales y, en ocasiones, han sido sus víctimas. "La realidad económica del mundo encaja perfectamente con la opinión de Bridgewater", afirma Ken Miranda, director de inversiones del fondo de pensiones de los empleados del Fondo Monetario Internacional, que ha invertido en la firma de inversiones desde mediados de los años 80. "Otros gestores de fondos han visto esta crisis como más cíclica, pero ellos [Bridgewater] tenían razón en que es de naturaleza más estructural".

El reciente éxito de Bridgewater también beneficiará a muchos fondos de pensiones de empleados públicos en Estados Unidos que invierten en este hedge fund, incluyendo el Teachers' Retirement System —el sistema de jubilación de los maestros del Estado de Illinois. En 2009, el fondo de pensiones tenía compromisos no financiados por 35.000 millones de dólares, que se ha visto exacerbado por recientes problemas económicos, dice su portavoz Dave Urbanek. "Es el ying y el yang", indicó Urbanek en relación a las apuestas ganadoras de Bridgewater sobre las debilidades económicas.

Determinar el momento exacto para hacer una apuesta macro puede ser complicado. En 2009, el principal fondo de Bridgewater obtuvo una ganancia del 2%, mientras que el mercado bursátil tuvo un gran repunte. "Muchas de las presiones que pensamos que tendrían lugar en 2009 se produjeron en 2010", dijo el copresidente ejecutivo de Bridgewater, Greg Jensen.

Otros inversores han hecho jugadas similares este año, pero Bridgewater destaca por la magnitud de su apuesta. Con una cartera de inversiones del orden de los 86.000 millones de dólares y cerca de 1.000 empleados, Bridgewater ha pulido su tesis macro estudiando otros períodos de desapalancamiento, tales como la Gran Depresión y Japón durante los años 90.

La firma transforma este estudio en principios de negociación informatizados en unos 100 mercados. "Si un país acumula reservas excesivas, entonces ocurre esto; si el petróleo hace X, entonces ocurre esto", explica Jensen.

Una de sus apuestas más fructíferas tiene que ver con los bonos del Tesoro estadounidense, afirma Jensen. El fondo creía que la demanda de estos bonos seguiría siendo sólida ya que los inversores buscarían retornos seguros en medio de la creciente incertidumbre económica. Hace unos meses, cuando algunos inversores pensaban que los signos de crecimiento económico llevarían a la Fed a subir las tasas, Bridgewater se mantuvo firme en su opinión de que las tasas seguirían cerca del cero por ciento y que los bonos del Tesoro continuarían siendo atractivos. "Consideramos, en base a nuestro entendimiento de cómo se desarrollan los desapalancamientos, que habría mucha demanda de bonos del Tesoro", manifestó Jensen.

Otro factor que está impulsando las rentabilidades de Bridgewater es la apuesta por la apreciación del yen, que ha subido el 16% desde mayo. Otro gran motor de las ganancias de Bridgewater ha sido el oro, cuya cotización ha avanzado aproximadamente el 20% este año a medida que los inversores huían del declive de las principales monedas internacionales.

Al igual que muchos hedge funds global macro, Bridgewater usa el apalancamiento para ampliar sus resultados. Jensen califica el apalancamiento de Bridgewater como una "cantidad controlada y moderada que ha sido puesta a prueba a través de muchas crisis, incluyendo la de 2008". Incluso antes de las ganancias de este año, el patrimonio de Dalio bordeaba los 4.000 millones de dólares, según la revista Forbes.

Uno de los riesgos a la tesis de Bridgewater es una reacción tardía de la firma a un posible repunte de la economía.

En cuanto al futuro, Jensen afirma que las presiones deflacionarias continuarán imponiéndose a los temores inflacionarios en Estados Unidos, y espera que la Fed lleve a cabo otra ronda de relajamiento cuantitativo —incrementar la oferta monetaria para estimular la economía— incluso después de los 500.000 millones de dólares que se espera inyecte a corto plazo.

Mientras tanto, las economías en desarrollo como China seguirán fortaleciéndose, la de Estados Unidos se mantendrá relativamente débil, afirma. Jensen afirma que es improbable que Bridgewater repita los mismos retornos el próximo año. El objetivo del fondo es conseguir una rentabilidad media anual del 18% durante un período de 10 años. "No se puede dar siempre en el clavo", asegura Jensen.

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