Si no quieres leer, ecucha abajo.
La noticia de que México ha vendido bonos a 100 años a una rentabilidad que toca el suelo del 6,1% en la hasta ahora emisión más cuantiosa de un "siglo" representa la confluencia de dos burbujas: una sed de rentabilidad y de duración por parte de los inversores, y una renovación de la ocasionalmente atracción fatal de los inversores por los países en desarrollo. Los diferenciales de riesgo de los mercados emergentes han pasado de techos históricos hace ocho años a los mínimos recientemente registrados.
Los diferenciales de riesgo de los mercados emergentes han pasado de techos históricos hace ocho años a los mínimos recientemente registrados. Esto puede justificarse holgadamente pero el pasado siglo de México muestra cuánto puede cambiar. El próximo mes se cumplirán 100 años de una sangrienta revolución que desencadenó al menos dos décadas de inestabilidad. Incluso después de que el PRI consolidara su poder en los siguientes 71 años, se sucedieron múltiples devaluaciones de divisas como las de 1976, 1982 y 1994. La última requirió un fondo de rescate por valor de 50.000 millones de dólares por parte de EEUU.
Más recientemente, el pluralismo político ha funcionado aunque la violencia por narcotráfico ha provocado grandes estragos, cobrándose 30.000 vidas desde que Felipe Calderón asumiese la presidencia al mismo tiempo que espantaba el tan necesario turismo y derrotaba a las fuerzas militares. Más vitales incluso que los ingresos por turismo son los del petróleo, que también sufren una situación de vulnerabilidad. Los yacimientos están menguando y los nuevos requieren mucho capital y pericia. La producción está un cuarto por debajo de su techo de 2004.
Extrapolando las tendencias actuales, México podría transformarse en importador neto en 15 años. Introducir más capital extranjero en el sector podría tener sentido pero está constreñido por la oposición política y la protección constitucional de la estatal Pemex. En cualquier caso, las diversificaciones de ingresos sufren la amenaza de la creciente evasión fiscal y la corrupción que contamina el país. Transparencia Internacional la ubica en el puesto 89 a nivel mundial (a menor posición, menor corrupción). ¿Son la inestabilidad política y las reliquias inflacionarias cosas de pasado? Prestar dinero a México para todo un siglo a una rentabilidad menor que la tasa "libre de riesgo" que EEUU pagó la década pasada por rentabilidades mucho menores demuestra el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
0 comentarios: