24 febrero 2011

¿Subirán las acciones? Pregúntele a Google

Además de actuar como guardián de la tienda del conocimiento humano, la lista de capacidades en continua expansión de Google incluye programación, compras, correo electrónico, traducción de idiomas y entretenimiento. Si tan sólo lo ayudara a uno a escoger buenas acciones.

Resulta que también puede hacer eso, aunque no es una función que le guste promover. Una nueva investigación muestra que la búsqueda de datos públicos de Google puede usarse para superar al mercado de valores hasta por 10 puntos porcentuales por año.

En general, los inversores tienen una capacidad de atención limitada por lo que tienden a enfocarse sólo en unas pocas acciones dentro de un universo formado por miles. Como dice una teoría, saber a qué valores están prestando atención, es saber cuáles comprarán. En cualquier caso, medir la atención no es fácil. Terrance Odean de Berkeley está entre los investigadores que han estudiado este asunto utilizando una diversidad de factores destinados a reflejar o afectar la atención de los inversores, tales como las ganancias recientes fuera de lo normal, el volumen anómalo de operaciones, menciones en la prensa, los presupuestos de publicidad, etc. Todos estos factores han mostrado cierto poder de predicción, pero ninguno es un claro indicador del interés.

Las noticias sobre un valor u otro pueden no atraer a muchos lectores, el alto volumen de operaciones puede atraer mayor atención pero también puede ser resultado de la misma.

Un trío de profesores de Notre Dame – Zhi Da, Joseph Engelberg y Pengjie Gao – han elaborado una forma más directa para medir el interés de los inversores, que depende de algo que la mayoría de ellos, y de hecho la mayoría del mundo desarrollado, acaba mirando fijamente en algún momento del día: el campo de búsqueda de Google. Determine los valores sobre los que los internautas buscan información, teorizan los profesores, y posiblemente sabrá cuales comprarán, y por tanto, cuales subirán. Después de todo, es más probable que los inversores institucionales utilicen terminales de Bloomberg en vez de Google para obtener información de valores, dice Da, así es que seguramente las búsquedas de Google reflejarán el interés de los pequeños inversores que es mucho más probable que busquen acciones para comprar que aquellas sobre las que apostar en contra. La investigación, sin embargo, se encontró con algunos obstáculos logísticos. La búsqueda de "Amazon" podría reflejar el interés en las acciones del minorista de Internet o un deseo por salvar la selva amazónica, dice Da, por lo que es mejor usar los símbolos bursátiles de las acciones. Otro ejemplo, "BABY" podría ser una búsqueda sobre las acciones de Natus Medical (cuyo símbolo es BABY), un fabricante de equipos de diagnóstico para niños pequeños de San Carlos, California, o una búsqueda poco específica de consejos para el cuidado de los niños. Los profesores identificaron unos cuantos cientos de símbolos ambiguos en su muestra de 3.000 acciones y realizaron sus pruebas con y sin ellos. Éstas implicaron comparar cambios en la frecuencia de las búsquedas registradas entre 2004 y 2008 en Google Trends, una herramienta abierta al público, con el posterior desempeño de los valores. Está previsto que los resultados se publiquen en el Journal of Finance.

Las acciones que vieron un aumento en el volumen de búsqueda (una desviación estándar, en lenguaje estadístico) batieron al mercado por dos décimas de un punto porcentual en el transcurso de la semana siguiente. Eso significa que un inversor que pudiera identificar tales acciones de manera consistente y comprar y vender un gran número de ellas podría batir al mercado en 10 puntos porcentuales al año descontando los costos de transacción.

Puede que algunos estén haciendo exactamente esto. Según dice Da, varias firmas de inversión lo han invitado para que explique los resultados del estudio, y al menos una indicó que había usado la estrategia con resultados positivos. El profesor, que rehusó identificar a la firma, declaró que no recibió ninguna compensación por sus charlas.

Los inversores comunes y corrientes no llevan a cabo operaciones de forma tan frecuente como para sacar ventaja de los resultados del estudio, excepto quizás por la información en salidas a bolsa de empresas. Las más buscadas superaron el comportamiento de las menos buscadas en siete puntos porcentuales en su primer día de cotización, mostró el estudio. Los inversores que tengan la oportunidad de comprar una oferta pública inicial al precio de emisión, entonces puede que antes quieran echar un vistazo a Google Trends.

En cuanto a los resultados generales del estudio, el aumento de precios visto en las acciones más buscadas durante las primeras semanas tiende a revertirse en un año, por lo que las empresas con la intención de operar con los datos de Google más vale que sean ágiles.

Y puede que también quieran hablar con sus abogados antes.

De acuerdo al profesor Da, después de que Google se enteró de que los investigadores descargaron archivos de Excel detallando las tendencias de búsqueda diarias de 3.000 símbolos, la empresa de búsquedas comenzó a limitar las descargas a 10 cotizaciones al día y por usuario. El profesor dice que al menos una firma de inversión le dijo que esquivó el límite impuesto por Google al cambiar dinámicamente su dirección de protocolo de Internet, que sirve para identificar a los usuarios. Si existe tal restricción ahora, no he podido encontrarla mientras descargaba los datos de cotizaciones. Una portavoz de Google no quiso hacer comentarios.

Es fácil de entender por qué Google querría ser cautelosa en cómo guarda dicha información. La búsqueda restringida de datos de cotizaciones puede ser considerada "no pública" y el estudio de Notre Dame confirma que la información es "material" para el desempeño de las acciones. Juntos, estos dos conceptos definen "información privilegiada", no precisamente algo en lo que Google quiera llegar a ser una fuente.
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