Puede que ya sea la mayor gestora mundial de activos con diferencia, pero BlackRock quiere seguir creciendo. Tras la compra de Barclays Global Investors (BGI) por 13.500 millones de dólares (10.230 millones de euros) a finales de 2009, se descarta otra gran adquisición, lo que limita la proyección del gigante financiero a aumentar los 3,45 billones de dólares en activos que gestiona en la actualidad y a incrementar los márgenes. “No hay motivos por los que no podamos conseguir crecimientos de los ingresos de dos dígitos”, señala Rob Kapito, vicepresidente de BlackRock y uno de los ocho fundadores originales de la compañía en 1988.
Aunque a los rivales les inquiete la capacidad de BlackRock para ofrecer mejores precios gracias a su mayor tamaño, las evidencias hasta el momento son cuestionables. En julio, su filial iShares, el mayor emisor de fondos cotizados (ETF), experimentó reduciendo la comisión de su ETF de oro para competir con el fondo de mayor tamaño SPDR Gold Shares. Sin embargo, la rebaja de precios no generó grandes entradas.
Kapito expone que las comisiones de los ETF no son el aspecto más determinante para los inversores. “Los ETF son una alternativa económica, pero los clientes se fijan en el rigor del seguimiento, la liquidez y la transparencia”, explicó. Los activos gestionados en fondos ETF estadounidenses rebasó este mes la marca del billón de dólares. Pero rivales como Vanguard siguen recurriendo a tasas más bajas para intentar ganar cuota de mercado, y los analistas advierten de que el movimiento hacia ETF indexados puede perder ímpetu.
Proyección
De hecho, pese a que Kapito aboga por un mayor crecimiento de la categoría, ya que proporciona un rápido acceso a mercados en los que resulta difícil invertir por otros medios, también prevé mejores tiempos para la gestión activa de fondos. “Todo gira en torno al rendimiento y a los ciclos del mercado. Ha avanzado hacia un extremo y luego comenzará a invertir el movimiento”, asegura. Uniéndose al consenso optimista sobre las bolsas para el próximo año, también prevé un mejor comportamiento del mercado, que contribuirá a dar un impulso a las gestoras de activos. “Las empresas han disfrutado de bajos tipos, han trabajado para adelgazar sus balances y ya están preparadas para recomprar acciones, incrementar el dividendo o buscar otros fines para su capital”, señala.
Este optimismo se extiende al rendimiento previsto en la gestión tanto activa como pasiva. También refleja los motivos de la compra de BGI, cuyos fondos que replican índices permiten a BlackRock beneficiarse de ambas estrategias de inversión, ya sea con productos baratos indexados de gestió pasiva, o, en el otro extremo, la gestión activa que es cara, pero necesaria para batir el rendimiento del mercado. El tamaño de BlackRock, en ambas formas de inversión, es esencial para su estrategia de costes. Ahora busca optimizar su tamaño por otras vías. En 2001 prevé lanzar una plataforma propia de negociación que le permitirá cruzar operaciones de sus clientes (internalización), en lugar de negociarlas todas directamente con los brókeres de Wall Street, y reducir así costes. Está dentro de la estrategia de la compañía de desarrollar su propia tecnología. BlackRock Solutions ofrece ya infraestructuras y análisis de riesgo para más de 200 entidades que representan 10 billones de dólares en activos. Sin embargo, aún tiene que demostrar que puede incrementar los activos bajo gestión del grupo combinado y mantener márgenes. Históricamente, las fusiones de gestoras han fracasado por los conflictos de culturas. Merrill, por ejemplo, pagó 3.100 millones de libras (3.625 millones de euros) por la británica Mercury Asset Management en 1997, sólo para perder activos.
Pero con BGI tiene identidad propia. La posible marcha de varios gestores estrella a la competencia ha preocupado a los inversores. Sin embargo, los movimientos en la plantilla ascienden a menos del 5%. Aun así, el acuerdo ha supuesto la pérdida de cerca de un 5% de los activos conjuntos gestionados. Según Kapito, la mayoría de las salidas han sido por la diversificación de clientes con intereses en ambos grupos. Pero la bolsa es más escéptica. BlackRock gana un 6% desde el anuncio del acuerdo en julio de 2009; el índice S&P 500 sube más de un 20%.
BlackRock aboga por crecer.MP3
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