Los hedge fund ven la recapitalización de los bancos europeos como una gran oportunidad. Al igual que hicieran con el sector financiero en 2009 y 2010, tras la caída de Lehman, estos fondos de inversión alternativa han comenzado a explorar la situación de entidades de la Unión Europea en busca de gangas.
De hecho, en los últimos meses los grandes hedge fund internacionales han empezado a mantener reuniones con entidades financieras del Viejo Continente y han puesto a sus equipos de Londres manos a la obra para localizar oportunidades en deuda bancaria, en carteras de créditos otorgados por estas entidades y en sus activos hipotecarios.
“A la vista del desapalancamiento necesario en Europa, los gestores de hedge fund ven muchas oportunidades, algunas similares a las que aparecieron en EEUU en la reestructuracion del sector bancario en 2009”, explica Bertrand de Montauzon, socio de BrightGate Capital.
Interesados
Entre los fondos más activos destacan Appaloosa Management, de David Tepper; Moore Capital Management, de Louis Bacon; Canyon Capital Advisors, de Mitchell R. Julis; y Paulson & Co, de John Paulson. Estas firmas gestionan de manera conjunta en torno a 86.000 millones de dólares (64.245 millones de euros). De acuerdo con las mismas fuentes, los hedge fund están comenzando a atraer grandes sumas de capital de sus clientes con estos fines. En este sentido, la gestora norteamericana Lone Star compró la semana pasada un paquete de créditos inmobiliarios por valor de 1.053 millones de euros.
Precisamente, algunos de estos fondos estuvieron la semana pasada en España, en una reunión organizada por JB Capital Markets, el bróker de Javier Botín, hijo del presidente de Santander. Al encuentro acudieron gestores de Paulson & Co y Renaissance, de Jim Simons.
Más allá de la reunión, otros hedge fund han visitado España en los últimos meses en busca de oportunidades, pero por el momento no se han concretado inversiones en bancos y cajas por las diferencias en la negociación. “En España han visitado a los bancos, pero no se ponen de acuerdo en la valoración”, señalan fuentes financieras.
Un sector al alza
Los fondos interesados son los conocidos como event driven y los distressed debt. Los gestores de estos productos atesoran en torno al 25% del patrimonio de los hedge fund, o lo que es lo mismo, casi medio billón de dólares. Los hedge fund incluidos en estas categorías ganaron más de un 25% en 2009 y un 12% el año pasado. En 2011, reflejan pérdidas del 2%, según Hedge Fund Research.
Su estrategia consiste en aprovecharse de fusiones, adquisiciones, quiebras o recapitalizaciones. Invierten en bonos, preferentes, derivados y acciones de bancos. Estos fondos también fueron activos en procesos de quiebra como los de Lehman y la estafa de Madoff. Compraban sus títulos con descuentos de hasta el 90% para recaudar más en el reparto posterior.
Estos fondos ya se mostraron muy activos en 2009, invirtiendo en bancos de EEUU en una situación crítica. En torno al 40% de la recapitalización y venta de activos de entidades norteamericanos fue a través de los hedge fund.
Una de las gestoras más involucradas fue Appaloosa, que ganó 7.000 millones de dólares invirtiendo en bonos y acciones de entidades como Bank of America, Whachovia, AIG y Washington Mutual.
Por su parte, Bacon, de Moore Capital, fue uno de los primeros en posicionarse bajista sobre la deuda europea. Este gestor fue acusado de atacar los bonos griegos a comienzos del año pasado. Lo hizo junto a Paulson, famoso también por hacerse de oro apostando contra las hipotecas basura en 2007 y 2008. En estos años, Paulson & Co ganó 20.000 millones de dólares, aunque en 2011 ha perdido parte de esta cosecha con su apuesta por Bank of America.
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